
Misión Neowise 1 (Luna)
02/08/2020

La Luna es el único satélite natural de la Tierra. Con un diámetro ecuatorial de 3476 km, es el quinto satélite más grande del sistema solar, mientras que en cuanto al tamaño proporcional respecto a su planeta es el satélite más grande: un cuarto del diámetro de la Tierra y 1/81 de su masa. Después de Ío, es además el segundo satélite más denso. Se encuentra en relación síncrona con la Tierra, siempre mostrando la misma cara hacia el planeta. El hemisferio visible está marcado con oscuros mares lunares de origen volcánico entre las brillantes montañas antiguas y los destacados astroblemas.

1: La Luna se esta alejando de la tierra
Hoy, el satélite de la Tierra está 18 veces más lejos que cuando se formó, hace 4.500 millones de años.
Sin la Luna, nuestro planeta sería irreconocible. Los mares apenas tendrían mareas, los días tendrían otra duración y nosotros podríamos no estar aquí, según señalan algunos científicos que consideran que la Luna fue crítica para el inicio de la vida en nuestro planeta.
¿Pero cómo nos afecta su alejamiento y a qué ritmo ocurre?
La Luna se está distanciando de la Tierra a razón de 3,78 centímetros por año.
Y gracias a los alunizajes del programa Apolo de la NASA que tuvieron lugar entre 1969 y 1972 podemos medir esta distancia con una precisión asombrosa.
En tres de las misiones, los astronautas dejaron en el satélite unidades retrorreflectoras repletas de pequeños espejos.
Desde ese entonces, astrónomos han estado lanzando rayos láser hacia ellas pera llevar un registro exacto de en cuánto se está alejando.
Este alejamiento se debe a que la fricción entre la superficie de la Tierra y la enorme masa de agua que está sobre ella hace que, con el tiempo, la Tierra gire un poco más lentamente sobre su eje.
Por cada acción hay una reacción igual y contraria. Ésta es la tercera ley de Newton.
La Tierra y la Luna están unidas por una suerte de abrazo gravitacional. Entonces, a medida que el movimiento de la Tierra se ralentiza, se acelera el de la Luna.
Y, cuando algo que está en órbita se acelera, esta aceleración lo empuja hacia afuera.
Efectos:
El que la Luna se aleje afecta a nuestro planeta de varias maneras. Por empezar, a medida que la Tierra gira más lentamente, los días se tornan más largos.
Ya están volviéndose más largos a razón de dos milisegundos cada cien años.
Por otra parte, los inviernos serán mucho más fríos y los veranos mucho más cálidos.
Esto puede tener un efecto devastador sobre la Tierra ya que los animales tienden a adaptarse a un tipo de clima pero no a extremos.
Y si la fuerza de gravedad de la Luna se torna más leve, las mareas en la Tierra ya no serán tan marcadas.
No obstante, incluso sin la Luna, existirían las mareas, aunque leves, por el efecto del Sol.
Sin embargo, ninguna de estas consecuencias debería preocuparnos: los cambios son demasiado sutiles para que podamos ser testigos de ellos.
La Luna nunca se escapará de la Tierra. Incluso, si la Tierra continuara ralentizándose, girará a la misma velocidad a la que orbita la Luna. En dicho momento, la Tierra y la Luna llegarán a un equilibrio y la Luna dejaría de alejarse.
Pero, mucho antes de que esto ocurra, el Sol se expandirá hasta convertirse en un gigante rojo y se tragaría en el proceso a la Tierra y su satélite.
Dicho esto, no hace falta preocuparnos, aún faltan cerca de cinco mil millones de años para esta eventualidad.
2. ¡Origen del nombre de la luna!
La palabra que designa al satélite de la Tierra, luna, procede del latín. En esta lengua era originalmente el femenino de un adjetivo en -no- leuk-s-, 'luminoso'. La palabra luna, por lo tanto significa 'luminosa', 'la que ilumina'. Este adjetivo latino deriva de la raíz luc-/luc- ('brillar', 'ser luminoso'), de donde proceden igualmente lux ('luz'), luceo ('lucir'), lumen ('luz'), etc. A su vez, esta raíz procede de una raíz indoeuropea leuk- que se encuentra en otras lenguas, en términos relacionados con la luz, como el griego lykhnos, 'lámpara'. Probablemente, el epíteto leuksno-/louksno-, 'la luminosa'.
En indoeuropeo, existió otro nombre masculino para la Luna, formado sobre la raíz mens-, del que se conservan formas en varias lenguas, como el griego "menós", 'luna', e incluso con el sentido primitivo en lenguas itálicas, como el umbro (ablativo singular) "menzne", 'Luna'. En latín esta forma mens- ha evolucionado semánticamente para designar el 'mes'. De luna procede el término lunes, que ya en latín designaba el 'día de la luna' (dies lunae).
Asimismo, la palabra griega "Selene" (nombre de la diosa mitológica asociada a la Luna), ha pervivido en el español y en otros idiomas como una forma culta para expresar determinados conceptos relacionados con la Luna, como por ejemplo los términos selenografía, que designa la cartografía lunar; o selenita, el gentilicio de los supuestos habitantes del satélite,
3. Objetos abandonados en la Luna
El primero fue el Luna 2, una nave espacial lanzada por la Unión Soviética en 1959. Desde entonces, diversos países han enviado una serie de cosas a la Luna, aunque la mayoría de lo que podemos encontrar allí -desde costosísimas cámaras de fotos Hasselblad, hasta herramientas y recuerdos personales- son parte de las misiones Apolo.¿Pero por qué dejaron todas estas cosas allí? ¿Qué sentido tiene dejar en la Luna una cámara fotográfica valiosa o herramientas de trabajo que obviamente no tienen uso alguno en un satélite deshabitado?
La razón principal, fue el peso.
Como ocurre a veces cuando nos vamos de viaje y acabamos comprando un montón de chucherías y souvenirs, a la hora de armar la maleta, nos vemos obligados a deshacernos de algo.
La tripulación recolectó una gran cantidad de material: rocas, muestras... Para traerlas a la Tierra tuvieron que tirar otras cosas, les dieron la orden de deshacerse de todo lo que no necesitaban traer.
En cuanto a las fotos y recuerdos, eso tuvo más que ver con compartir un momento significativo con sus seres queridos.
La presencia de la pluma de halcón y un martillo, en cambio, tiene otra explicación.
David Scott, comandante del Apolo 15, quiso demostrar con ellos la teoría de Galileo sobre la gravedad, mostrando que ante su falta, los dos objetos, independientemente de su masa, caerían a la misma velocidad.Scott los dejó caer sobre la superficie de la Luna y ambos hicieron impacto al mismo tiempo
